Cuando pensamos en protectores solares muy probablemente se nos venga a la mente la imagen de una playa, un destino turístico o una alberca, sin embargo, ¿realmente son estos los únicos lugares y momentos en los que es necesario usar protector solar? La respuesta es no. De hecho, de acuerdo con los dermatólogos es necesario usar protector solar en todo momento, incluso si no salimos de casa. Pero… ¿para qué?
¿Para qué sirve el protector solar?
La respuesta, aunque cliché, va más allá de lo aparente y es que el protector solar protege contra los rayos UV. Desarrollando esta idea un poco más: los rayos solares emiten radiación ultravioleta a través de ondas electromagnéticas que aunque cortas, están cargadas de la suficiente energía como para penetrar tanto en las capas superficiales de la piel, como en las profundas.
Ahora, no debe dejarse de lado que una moderada exposición a los rayos solares es necesaria para la síntesis de vitamina D y mantener en óptimo funcionamiento al ciclo circadiano. No obstante, el problema con la radiación ultravioleta comienza cuando la exposición al sol es excesiva, pues las capas de la piel se irritan y el ADN de sus células puede afectarse hasta el punto de mutar y generar cáncer de piel.
De esta manera, el uso de protectores solares previene el envejecimiento prematuro de las células dañadas, evita quemaduras e irritaciones en la piel, así como reduce significativamente la posibilidad de desarrollar cáncer.
Tipos de Protector Solar
Ahora que ya conoces la importancia de usar protector solar, es importante que sepas que existen de diferentes tipos según su composición y la forma en la que actúan sobre la piel.
Físicos
Este tipo de protectores funcionan reflejando la radiación solar mediante una barrera en crema que se mantiene sobre la dermis. Muchas veces el componente activo es el óxido de zinc.
Los protectores físicos se recomiendan especialmente en niños alérgicos a los protectores químicos o niños muy pequeños. También en personas con dermatitis, eritemas o cicatrices.
Químicos
Estos se aplican aproximadamente 30 minutos antes de la exposición al sol, pues requieren absorberse por la piel para actuar. Su mecanismo consiste en provocar una reacción química que altera a los rayos ultravioleta, de tal manera que se vuelven inofensivos para las células de la piel.
La ventaja de los protectores químicos es que no dejan una textura pastosa, sino una fluida que resulta más cómoda.
¿Qué es el FPS o Factor de Protección Solar?
Ahora que ya sabes la diferencia entre los distintos tipos de bloqueadores solares es importante aclarar otro término que se suele usar mucho al momento de hablar de estos productos y es su factor de protección solar (FPS) o SPF por sus siglas en inglés.
Estas siglas hacen referencia a cuánto tardan los rayos UV en penetrar y enrojecer la piel que ha sido protegida con un bloqueador. Por ejemplo, cuando se utiliza un FPS de 50, quiere decir que la piel tardará 50 veces más en irritarse que si no estuviera usando protector solar.
El FPS o SPF no solo se encuentra en los protectores solares, también la mayoría de las bases de maquillaje lo contiene, aunque el factor de protección suele ser no mayor a 15. Y los dermatólogos recomiendan utilizar un bloqueador solar con un FPS de 30 o superior. Aunque estas especificaciones varían según las necesidades específicas de la persona que lo use. Pues no requerirá la misma protección una persona naturalmente bronceada que un bebé de tez blanca. En tal caso aquí están las recomendaciones de uso para el SPF:
SPF 15
Recomendado para personas cuya tez tiende a lo bronceado y moreno de manera pronunciada, pues el tiempo en el que esta se enrojece es mejor.
SPF 20-30
Ideal para pieles de tono medio, cuyo proceso de irritación por rayos UV es menor que el de personas blancas, pero más rápido que el de individuos más bronceados.
SPF 50
Este factor es idóneo para aquellas personas con pieles delicadas y blancas que rápidamente se “ponen rojos” al exponerse al sol sin poder broncearse.
SPF 50+
Recomendado para personas de tonos de piel muy blancos así como bebés de seis meses en adelante.
¿Cómo, cuándo y dónde usar protector solar?
Saber sobre protectores solares no es garantía de emplearlos de manera correcta, por lo que estas son algunas consideraciones a tener en cuenta al momento de protegerte de esta manera:
- Debes aplicar una cantidad generosa y asegurarte de que has cubierto tu piel por completo, incluso si esa parte estará protegida por la ropa.
- No olvides zonas en particular como detrás de las orejas, ingles o pies.
- Aplica cada dos horas el producto para mantener al máximo la protección.
- Si entrarás en contacto con un cuerpo de agua, no olviden que tu protector solar debe ser a prueba de esta.
- Revisa la fecha de caducidad de tus protectores y no busques hacerlos durar más de lo debido.
- Para proteger los labios es recomendable el uso de manteca de karité FPS 30 o algún hidratante o primer para labios que contenga factor de protección solar.
- Recuerda que si empleas un protector solar químico debes esperar al menos 30 minutos antes de exponerte directamente al sol.
Finalmente, no olvides protegerte con bloqueador solar incluso si permaneces en casa, pues algunas ondas de radiación solar poseen la capacidad de penetrar las ventanas y exponerte a irritaciones cutáneas con el paso del tiempo.
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Abril Victoria es licenciada en comunicación con especialidad en medios de comunicación. Se ha desempeñado como community manager, guionista, productora y actualmente colabora en el área de marketing digital para empresas de energía solar.
Escribe columnas para El Foro Verde, La Coyol revista literaria y cuenta con diversas publicaciones en antologías, poemarios, prensa escrita, revistas y medios digitales. Además, trabaja independientemente como ilustradora digital: @Lunartilustra.